Celebración
del “Día de la Poesía”.
Para
celebrar el Día Mundial de la Poesía (21 de marzo), la Biblioteca, junto con el
Departamento de Lengua, ha organizado una serie de actividades como:
Colocación
de fragmentos de poemas por los pasillos y zonas comunes del Centro.
Representaciones de todos los periodos de nuestra literatura, desde las jarchas
mozárabes pasando por los romances o poemas célebres de nuestros poetas
Góngora, Quevedo, Lope, San Juan de la Cruz, Garcilaso, Bécquer, Rosalía, Machado,
Juan Ramón, Salinas etc. así como otros poemas seleccionados por los alumnos y
profesores , algunos en francés, otros en inglés, sin dejar de mencionar los de
los profesores-poetas de nuestro centro, Doña Laura Arévalo y Don Juan Antonio
González, adornan estos días nuestro Instituto.
Especial
interés han despertado los poemas escritos por los mismos alumnos, que se han
ubicado en el pasillo de la Biblioteca.
Otra
actividad que ha tenido una valoración muy positiva ha sido el recital poético
a cargo de un grupo de alumnos voluntarios, entre los que se encuentran algunos
de los colaboradores de la Biblioteca. Con un repertorio elegido por ellos
mismos han visitado distintas clases. Algunos alumnos, muy metidos en su papel,
se han disfrazado del poeta en cuestión, como es el caso de Pepe Romero que se
ha disfrazado de Quevedo, o Manuel Fernández disfrazado de Bécquer. Otras
alumnas han optado por representar la primavera, como es el caso de María
Machado, Mª Ángeles López, Marta Sanz,
Miriam Contreras o Laura Román. Y el resto del grupo, Alejandro López,
Laura de Celis, Alejandro Costa, Javier Macías, Rocío Sáez, Ángela María
Valsera, Sandra Martín, Juan Jesús López y Roberto de Juan se han maquillado
festivamente para la ocasión.
Este
es el tercer año consecutivo que celebramos “El Día de la Poesía”, un buen
pretexto para conectar, aunque solo sea por breve tiempo, con esa forma de
expresión sublime, que algunos, quizás por un exceso de celo, han podido llegar
a pensar que pueda desaparecer. Desde aquí, manifestamos nuestro deseo de que
esta actividad continúe y sea mayor la implicación cada año. De la continuidad
de la poesía ya dejó constancia Bécquer, en su Rima IV:
Mientras las ondas de la luz al
beso
palpiten encendidas,
mientras el sol las desgarradas nubes
de fuego y oro vista,
mientras el aire en su regazo lleve
perfumes y armonías,
mientras haya en el mundo primavera,
¡habrá poesía!
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